aclaraciones

A y C3 se trocan, me exigen un andamio simbólico que concilie la realidad con mi realidad.
Lo inconciente se filtra y aparece gritando.
Hay una risa que esconde.
No puedo mirar para otro lado y hacer como si nada.
Es mi propio cuerpo el que no soporto.
No puede no llevarme conmigo, no me puedo engañar.
Estoy afuera del cuento, donde hace frío.
Adentro hay personas tristes, que ya no ven estas cosas.
Mejor dejarlos ahí.
Las palabras son de todos, nadie las usa.
Sin las palabras el cuerpo no es más que una intriga.
Las palabras tocan al cuerpo.
El cuerpo es el alma o el alma no es más que esta división.
Por lo menos esto es lo que desmiente la ciencia, la conciencia de la ciencia, esa misma con-ciencia que se dilata y se excita para ahogar mis argumentos.

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