TIERRA DE WILKES

[La sedición de decir con otras palabras ya no lo mismo es el terror de los fantasmas que persisten]


Ahora las palabras no me llegan,
pero estoy acá. Hice el camino inverso,
no al revés.
Con cierta pregnancia que no tiene la intemperie, puedo ver los detalles, los ribetes, el brillo desatendido.
Me quedo. Las cosas laten.
De que otras almas desalineadas dibujen lo mismo en otras paredes,
espero sea importante.
Un sueño de música: me asomo para verme de lejos.
Nadie entendió que el tiempo ya pasó.
Desalojado de mis palabras, el silencio ya no me dice.
Ahora no hay más que esto, y un último frío.

_:"Las marcas en la piel no fueron solamente signos de muerte…ya estabas muerto,
era lindo jugar con una posibilidad. Sos un fantasma".

(Ni pienso que diga algo que yo pueda saber [el texto, donde yo {no} estoy]. Y quiero que se asusten los que entienden algo de todo esto. Cómo no te vas a escuchar)


[Hay un límite entre las cosas que existen y las que no existen, que no existe.

Cuando distingo que lo real es esa imagen fragmentada e incompleta, esa visión que se desvanece y se deshace, mis redes y trampas son las que insisten en darle a lo real esas cualidades que de por sí, idealmente, no posee.
Puedo suponer que todos nunca llegan a ese paisaje. Es innecesario pretender conciliar con cualquier ser humano]


TIERRA DE WILKES

Un cambio tan imposible
y todo se da vuelta.
Lo que sentís hoy
ya nació el mes pasado.
No tiene trucos el mago


() Un laberinto de pielcitas (y la letrita del Señor)